Libros: Crepúsculo

Crepúsculo
Autora: Stephanie Mayer
512 Páginas 14,95€
Alfaguara

Tengo un trauma, lo reconozco. Odio los vampiros. Desde que era un crío y era aficionado a los libros del Pequeño Vampiro no había encontrado nada sobre el tema que me gustara, con la excepción de la película (que no libro) de entrevista con el vampiro. Y es que yo creo que el paulatino cambio de los últimos años del vampiro más clásico al que te presentaban en las novelas de Anne Rice y en el juego de La Mascarada acabó por quemarme bastante, con todo ese rollo del eterno adolescente llorica por su maldición. Por ese cúmulo de cosas, suelo ser muy prudente y bastante escéptico cuando me dejan algo relacionado con el género. Por ejemplo, aunque reconozco que Karin me hace gracia, no acabo de encontrar el interés en una historia como la de Vampire Knight... pero bueno, que me voy por las ramas. El tema es que la primera vez que oí hablar de Crepúsculo me la imaginaba como otra historia de vampiros llorones adolescentes con una "trágica" historia de amor con tintes emos. Sin embargo, soy de esas personas que odian criticar algo cuando no lo han visto o leído, por lo que me armé de valor, y se lo pedí a una amiga. Si lo iba a poner a parir, que menos que con el libro leído.
Y como errar es de sabios, pues he de reconocer que caí con todo el equipo, y de hecho el libro me ha gustado bastante.

Resulta curioso como la mayoría de los best sellers suelen ser de un estilo que se leen en nada (de hecho tardé una mañana en leerlo), pues la calidad literaria en sí suele ser dudosa, pero la narración suele ser lo suficiente buena como para que pases las páginas a una velocidad rápida, con diálogos frescos y escenas que no se pierden en eternas descripciones.
Pero a lo que vamos, que es la historia en sí. Ciertamente me ha sorprendido, porque visto el público al que iba dirigido en principio, y al saber de las hordas de fangirls que tiene, me esperaba algo más de rollo pseudogotiquillo y con tintes emo que tan de moda se ha puesto, sobretodo a la hora de relatar historias de vampiros (cuando daño ha hecho Anne Rice al pobre Drácula) y no se por qué me esperaba algo rollo la mascarada, con el típico vampiro que se llora por ser eso, un vampiro superpoderoso pero atrapado en el cuerpo de un eterno adolescente, en una maldición sin fin por la que está condenado, ado ado... Y cual fue mi sorpresa al ver que nada más lejos de la realidad, sino que me estaba leyendo una simple y tierna historia de amor. Una historia de amor que tiene la peculiaridad de que uno de los dos es un Vampiro, con las consecuencias que ello tiene, pero no a la hora de los lloros, sino con problemas que podríamos clasificar casi como... mundanos.
Edward es, junto con su hermana Alice, sin duda alguna el mejor personaje de la novela, muy por encima de la a veces soporífera Bella, que a pesar de que intenta alejarse del fenómeno Mary-Sue, no lo consigue del todo, quedando relegada a veces a poco más que un saco de hormonas lleno de azucar, pero que por la habilidad de la autora, no llega a resultar cansino. Eso sí, es de un Moe (que diría Konata) que tira para atrás.
Eso sí, espero que Jacob tenga más protagonismo, porque tiene toda la pinta de que va a ser un peazo hombre lobo y con mi odio completo hacia los vampiros puede que se convierta en mi favorito muy facilmente.

Y ahora a esperar a la película, que creo que tiene una buena elección de actores, pues el bueno de Cedric (yo sigo encasillandole en ese papel) parece que se ha metido bastante en la piel del vampiro, y por el momento la caracterización de los personajes está bastante bien.
Y después a leerme el resto de libros, a ver si mantienen el nivel, lo suben, o lo bajan, que todo es posible en esta vida.

Valoración 8/10