El vástago de M: Diezmados
Edición original: Son of M Nº 1 a 6 USA
Guión: David Hine
Dibujo: Roy Allan Martinez
Tinta: Roy Allan Martinez
Fue el instigador en la sombra de la Dinastía de M. Y también una de sus víctimas.
Durante toda su vida, Pietro Maximoff ha intentado proteger a su hermana. Ese propósito le llevó a convencer a Wanda de que cambiara la realidad, que creara un mundo perfecto para los mutantes. Pero no salió bien.
Ahora, nueve de cada diez mutantes han dejado de serlo, y Mercurio es uno de ellos. El supervelocista no volverá a correr jamás, aunque la pérdida de aquello que lo hacía distinto de los demás no es nada comparado con el rechazo de su padre, Magneto; la desaparición de su amada hermana gemela, y el desprecio que sienten por él quienes fueran sus amigos. Su esposa Crystal, su hija Luna y los Inhumanos son su última esperanza. ¿Querrán Rayo Negro y los suyos acoger al mayor apátrida del Universo Marvel?
A pesar de que no soy especial fan de Pietro (siempre he sentido predilección por su hermana) y que he acabado por sentirme un poco indiferente a la dinastía de M, pues aún estoy deseando ver las consecuencias reales fuera de colecciones mutantes, como puede ser en la vida de Spiderman, que con El Otro parece haberse olvidado por completo del día M, me decidí a comprar este tomo porque me picaba la curiosidad de como iban a desarrollar la historia de uno de los mutantes más orgullosos de serlo y más arrogantes que han pisado el suelo marveliano. Mercurio, el niño siempre deseoso de que su padre se fijara en él, que pasó de villano a héroe, pero siempre con una vena cínica y a veces cruel. Vengador, padre y hermano. Pero siempre, por encima de todo, el hombre más rápido de la Tierra.
Y eso cambia con el Día M, pero desgraciadamente no es lo principal que vemos en este tomo, que apenas se toma unas páginas para mostrarnos como es la dura vida del ahora lento y pesado Mercurio. La cosa cambia con rapidez sin embargo, y nos encontramos con que el joven, hastiado, trata de contactar con su esposa (o ex-esposa, o lo que sea, soy incapaz de seguir el ritmo de la relación de esos dos) para pasar un tiempo con su hija, y de paso, trazar un plan para recuperar sus poderes. Y aquí es donde la trama de desdibuja, pues pasamos de un Mercurio amargado sin poderes, con uno obsesionado por conseguirlos... y lo hace. Y aunque la historia está bien, la trama es entretenida, no es lo que esperaba del comic, que no pasa de una aventura más de una especie de antihéroe, a caballo entre lo correcto y la comodidad de ser "el malo"
Si hubiera que destacar algo para bien, sería sin duda que abre al menos una puerta para un concepto del personaje totalmente nuevo y diferente. No sabemos exactamente que ocurre al final con el velocista, pero sí sabemos que su vida ha sufrido un cambio importante, y ahora corresponderá a los guionistas y editores de turno decidir si lo desarrollan o se queda en nada, como otros muchos "cambios importantes" de la editorial.
Algo que destacar para mal sería posiblemente el tratamiento de la hija de Mercurio, Luna. Si bien no puedo opinar con total conocimiento, pues practicamente no conozco al personaje, el tratamiento que le dan, de niña pequeña, pasando por un estado extraño de madurez, y niña pequeña... no se, no le veo que se decidan ni por una cosa ni por otra (ademas de las pintas de drogadicta que tiene en varias viñetas)
El comic en sí no está mal, sin embargo, no es para nada lo que yo me esperaba, y claro, eso me ha decepcionado un poco
Edición original: Son of M Nº 1 a 6 USA
Guión: David Hine
Dibujo: Roy Allan Martinez
Tinta: Roy Allan Martinez
Fue el instigador en la sombra de la Dinastía de M. Y también una de sus víctimas.
Durante toda su vida, Pietro Maximoff ha intentado proteger a su hermana. Ese propósito le llevó a convencer a Wanda de que cambiara la realidad, que creara un mundo perfecto para los mutantes. Pero no salió bien.
Ahora, nueve de cada diez mutantes han dejado de serlo, y Mercurio es uno de ellos. El supervelocista no volverá a correr jamás, aunque la pérdida de aquello que lo hacía distinto de los demás no es nada comparado con el rechazo de su padre, Magneto; la desaparición de su amada hermana gemela, y el desprecio que sienten por él quienes fueran sus amigos. Su esposa Crystal, su hija Luna y los Inhumanos son su última esperanza. ¿Querrán Rayo Negro y los suyos acoger al mayor apátrida del Universo Marvel?
A pesar de que no soy especial fan de Pietro (siempre he sentido predilección por su hermana) y que he acabado por sentirme un poco indiferente a la dinastía de M, pues aún estoy deseando ver las consecuencias reales fuera de colecciones mutantes, como puede ser en la vida de Spiderman, que con El Otro parece haberse olvidado por completo del día M, me decidí a comprar este tomo porque me picaba la curiosidad de como iban a desarrollar la historia de uno de los mutantes más orgullosos de serlo y más arrogantes que han pisado el suelo marveliano. Mercurio, el niño siempre deseoso de que su padre se fijara en él, que pasó de villano a héroe, pero siempre con una vena cínica y a veces cruel. Vengador, padre y hermano. Pero siempre, por encima de todo, el hombre más rápido de la Tierra.
Y eso cambia con el Día M, pero desgraciadamente no es lo principal que vemos en este tomo, que apenas se toma unas páginas para mostrarnos como es la dura vida del ahora lento y pesado Mercurio. La cosa cambia con rapidez sin embargo, y nos encontramos con que el joven, hastiado, trata de contactar con su esposa (o ex-esposa, o lo que sea, soy incapaz de seguir el ritmo de la relación de esos dos) para pasar un tiempo con su hija, y de paso, trazar un plan para recuperar sus poderes. Y aquí es donde la trama de desdibuja, pues pasamos de un Mercurio amargado sin poderes, con uno obsesionado por conseguirlos... y lo hace. Y aunque la historia está bien, la trama es entretenida, no es lo que esperaba del comic, que no pasa de una aventura más de una especie de antihéroe, a caballo entre lo correcto y la comodidad de ser "el malo"
Si hubiera que destacar algo para bien, sería sin duda que abre al menos una puerta para un concepto del personaje totalmente nuevo y diferente. No sabemos exactamente que ocurre al final con el velocista, pero sí sabemos que su vida ha sufrido un cambio importante, y ahora corresponderá a los guionistas y editores de turno decidir si lo desarrollan o se queda en nada, como otros muchos "cambios importantes" de la editorial.
Algo que destacar para mal sería posiblemente el tratamiento de la hija de Mercurio, Luna. Si bien no puedo opinar con total conocimiento, pues practicamente no conozco al personaje, el tratamiento que le dan, de niña pequeña, pasando por un estado extraño de madurez, y niña pequeña... no se, no le veo que se decidan ni por una cosa ni por otra (ademas de las pintas de drogadicta que tiene en varias viñetas)
El comic en sí no está mal, sin embargo, no es para nada lo que yo me esperaba, y claro, eso me ha decepcionado un poco
Valoración 6,5/10
3 esquinazos:
No está mal, no. Al menos, a mí me sorprendió para bien (me esperaba una patata).
Me gustó bastante el dibujante, a pesar de ser algo irregular.
Eso te pasa por crearte expectativas. Esta es la mejor miniserie salida de Decimation, con diferencia. Luego pondria Factor-X, por aquello de recordar los viejos tiempos, y las salvajadas de New X-Men ;)
Al fin alguien que coincide más o menos conmigo, porque en todos lados le ponen unas notazas y unas críticas... A mí me dejó muy frío.
Y atención al dibujante, al que creo veremos en X-Factor.
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