Primera, darle al play al vídeo y disfrutar de la versión resumida,sucinta y precisa de lo que viene siendo la impresión que me ha dejado este cómic.(Si, esta en italiano, pero eso hace que mole más aun)
Segunda opción, darle a leer más y ver como justifico esta tontuna que estáis presenciando.
Hacía falta un buen meneo en la franquicia mutante, que no es que estuviera pasando por un mal momento, solo que se estaba acomodando demasiado y el ambiente, pese a ser agradable estaba siendo predecible, salvo honrosas excepciones(X-Force, claro).
Gracias a Diso Cisma ha resultado ser un evento que si ha sacudido bien fuerte el árbol de los mutantes y esta vez si, nada que ver con las consecuencias que trajeron Necrosha, o La Maldición de los Mutantes, han caído un buen par de peras.
Este Lobezno y los X-men es uno de esos jugosos frutos del evento, con un evento creativo que no está compuesto por primeras espadas de la editorial, aunque tampoco es que calienten banquillos ni su palmarés sea escaso. Jason Aaron a los guiones demostrando que es capaz de tocar todos los palos que le pidan, lo mismo es capaz de darnos la aclamada Scalped como de darnos la última etapa memorable que haya tenido el Motorista Fantasma(tranquilo Johnny Blaze, algún día los moteros y las chupas de cuero volverán a estar de moda, si han vuelto a venderse relojes Casio de colorines, lo tuyo es cuestión de paciencia), en esta ocasión Aaron vuelve a pegar un volantazo en el registro y nos sorprende para bien. A los lapices tenemos a un viejo conocido, Chris Bachalo, un hombre que como el pepino no deja indiferente a nadie, o lo amas o lo odias y pese a que lo odie, esta serie se me hace más que recomendable, ojo. Pero no nos dejemos en el tintero, aunque en esta reseña no cubramos su trabajo( aquí hablare de los tres primeros números americanos de la serie), a la estrella emergente de la serie Nick Bradshaw del que solo diré que es de agradecer que los dibujantes "noveles" tomen inspiración de grandes como Art Adams.
Bien, entremos en materia de una vez y respondamos a las preguntas que alguien al que esta serie con cuatro números publicados en España aun se este planteando. ¿De que porras va esta serie?
Pues tan sencillo como que Lobezno monta un instituto para jóvenes mutantes. Obviamente no es algo que vaya a salir bien, por muy buenas las intenciones del abnegado claustro de profesores. La cuestión es que el desastre que resulta que la ultima persona que te imaginas este enseñando cosas de provecho a tiernos infantes es terriblemente divertido.
Todo esta impregnado del tono de comedia estudiantil yanki, pero elevado a una potencia superheroica, aquí las novatadas van a otro nivel, las puyas son superpuyas y los castigos expeditivos incluyen dragones que escupen fuego.
Jason Aaron recoge el testigo dejado hace tiempo por algún que otro guionista en Marvel y se dedica a hacer un cómic divertido, que por mucho que te rías el genero principal es el de aventuras y no la comedia por que si que al fina resulta acabar en pólvora mojada(y no lo dijo por nadie eh, Daniel Way, que tal tu Masacre?). Entendamos divertido en su acepción de algo que entretiene, pues bien, tenemos en nuestras manos uno de los cómics actuales en Marvel que menos prejuicios tiene a la hora de desenvolverse no solo hacia delante sino hacia atrás.
¿Que demonios quiero decir con esto? Pues que el cómic es fresco y descarado, tiene un sentido de lo que es y no posee pretensiones que no le pertenecen. Ademas es consciente de su tono ligero y decide no tomarse en serio ni a el ni a lo que le rodea(en este caso, toda la mitología mutante incluidos shi' ar y eslizoides) Este cómic es palomitas de maíz atragantadas de la risa y coca colas escupidas por culpa de la carcajada, con alguna que otra tregua para no banalizar los puntazos.
El primer arco argumental nos presenta al basto elenco de personajes con buenos nuevos fichajes, como Nydo, clásicos asentados con(porfin!) algo de relevancia, ese Hombre de Hielo, y actos de la mayor y mejor de las espeleologías mutantes devolviendo personajes olvidados a la palestra, DOOP(Joder, DOOP, DOOOOOP). También nos muestra el entorno en el que se desenvolverá a serie con la excusa de una inspección del ministerio de educación Si bien tanta presentación breve y veloz no llega a empachar ni marear; Aaron sintetiza hasta el absurdo los personajes, haciendo que caigan en estereotipos trillados, pero bajo un nuevo prisma que es el del instituto para mutantes, lo dicho que la presentación del primer número esta muy bien hasta que llegas a ver al nuevo club fuego infernal que a mi por lo menos se me hacen un poco estomagantes, pero al fin y al cabo apropiados para el tono de la serie.
Tras haber hecho las presentaciones echamos a rodar y pasamos de cero a cien en un pestañeo y se empieza a bombardear al lector con ideas salvajes(frankensteins con lanzallamas que van empaquetados en balas que se expanden al contacto con el aire, islas asesinas mutantes adolescentes sedientas de amor) y multitud de cosas, porque es una serie en la que pasan cosas en cada numero(¿Qué? Si, joder, si) en cada arco argumental hay como tres tramas a la vez, múltiples personajes interactuando a la vez y en cada viñeta pasan cosas. El decompressive storytelling no esta invitado a esta fiesta por lo visto.
Pero no todo tiene porque se bueno, ya he dicho más arriba que Bachalo no es plato de mi gusto, su barroquismo basado en trucos sencillos como plantear una viñeta y recortarla hasta que todos los personajes estén cortados por los limites de esta me da más una sensación de asfixia que de detallismo. Por no hablar del jari incontrolable que es que el tercer numero de la serie(numeración usa) tenga siete(7) entintadores.
De lo malo malo, gracias a la política de Paninni de recortar distancias con el ritmo de publicación americano el mal trago de Bachalo solo ha durado dos meses y madre mía el viaje que nos espera, aunque sea con la certeza de que Chris vuelve. Hablando de Paninni, hay que agradecerles mucho lo cuidado de la edición española que contiene todas las portadas originales y las alternativas, así como el esquema con todos los personajes de la serie(un puntazo porque son casi treinta rondando por los pasillos) y lo mas importante, el plan de estudios de la escuela(Educacion sexual impartida por el profesor Remy Lebeau(impagable)).
Por último, señalar algo que no he podido ver en otras reseñas sobre esta serie y es el amor por los detalles de Aaron y lo lejos que es capaz de llegar, pues el correo de la edición americana esta respondido por los propios personajes de la serie y no solo eso, el guionista ha llegado al punto de crear cuentas de twitter de los personajes y a escribir por ese canal clases enteras y abrir rondas de preguntas y respuestas.
Lo dicho, diversión de la buena, de la sana, cómics entendidos como entretenimiento y un Bachalo que no llega a ensombrecer el conjunto. Yo soy incapaz de pedir más.
2 esquinazos:
¿Y donde está el botoncito de leer más? xDDDD
Tu sabras, es tu blog. XD
Pero vamos, pinchando en el titulo del post se lee todo lo que hay que de leer.
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