Deja Vu
Dirección: Tony Scott.
País: USA.
Año: 2006.
Duración: 128 min.
Reparto: Denzel Washington (Doug Carlin), Val Kilmer (Andrew Pryzwarra), Paula Patton (Claire Kuchever), Bruce Greenwood (Jack McCready), Adam Goldberg (Denny), Jim Caviezel (Carroll Oerstadt), Elden Henson (Gunnars), Erika Alexander (Shanti), Matt Craven (Larry Minuti).
Todo el mundo ha experimentado alguna vez esa sensación de déjà vu, ese flash de la memoria que ocurre cuando conoces a alguien nuevo y sientes que ya le habías conocido antes, o reconoces un lugar en el que teóricamente nunca has estado. Pero, ¿qué sucedería si estas sensaciones fueran de hecho advertencias enviadas desde el pasado o pistas para el futuro? Es un déjà vu lo que inesperadamente guía al agente Doug Carlin (Denzel Washington) en una investigación de un terrible atentado. Al acudir a reunir pruebas tras una explosión de una bomba en un ferry de Nueva Orleans, Carlin está a punto de descubrir que lo que para la mayoría de la gente está sólo en su imaginación, es algo mucho más poderoso que le llevará a una carrera por salvar cientos de vidas humanas.
Cuando me encontré con el trailer de esta película me sorprendí gratamente. Últimamente parece que está de moda contar la mitad de la trama de la película durante el trailer, pero por una vez, al ver este, no sabía que iba a encontrarme. Al ver que era del productor (creo) de CSI, al menos me imaginaba que iba a ser una especie de Minority Report, y lo cierto es que es del estilo, aunque sin estar apoyada por una adaptación de una historía de PKD.
En este caso la historia va posiblemente de más a menos, aunque eso sí, está perfectamente pensada de manera que según va avanzando la trama, si te fijas en los detalles, se ve perfectamente como todo va encajando y como está pensada desde el final hasta el principio, quedando muy pocos, por no decir, ningún detalle suelto.
Por supuesto, el hecho de ser una historia que trata de la posibilidad de cambiar algún hecho del pasado siempre entra en juego el tema de las paradojas temporales, y si bien me gustó mucho el detalle inicial de ver que las cosas no se pueden cambiar (el famoso río y la piedra), sino que, como mucho, puedes modificar el modo de como suceden las cosas, pero que estas al fin y al cabo ya han ocurrido, al final se desdibuja un poco y a pesar de que el final tiene sentido por si solo, no te deja de crear una sensación de que aún con todo, se crea una paradoja temporal que impediría que toda la película se diera. Pero claro, esto tampoco te lo puedes plantear demasiado, porque al fin y al cabo en este tipo de tramas no puedes nunca evitar crear paradojas (al menos no he visto nunca ninguna que no lo haga...) Las teórias físicas que te plantean están bien explicadas para gente que no tiene ni idea, y me parece que en ningún momento te da la sensación de que te están contando un cuento, sino de algo que pudiera ocurrir (dificilmente pero... quien sabe ;P)
En cuanto a los actores, Denzel Washinton está como siempre, en un buen papel, aunque a veces me parece que exagera en sus expresiones, sobretodo cuando tiene que interacturar con otros personajes. Eso sí, las escenas de acción las hace muy bien. Una cosa curiosa fue el reconocer el que hace unos años fue (el peor) Batman, Val Kilmer. Al principio costaba creer que fue él, porque es dos veces el hombre de hace unos años.
Pues eso, en general una película entretenida, aunque para mi no llega al nivel de Minority Report, que me encantó.
3 esquinazos:
Mala mala mala mala.
Jo, pues a mi me ha gustado... ^^u y eso que me he tragado muchos truños por el estilo
Empieza muy bien y el tema es interesante pero se lía la cosa que después no sabe como solucionarse.
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